lunes, 19 de julio de 2010

Evaluación, Resultados y Prevención del Acoso en el Trabajo

PERSIST LTDA. ha realizado diferentes Programas de Intervencion y Control de las diferentes formas de Riesgo Psicosocial en el Trabajo, (RPS) esto es Acoso Sexual, Hostigamiento Laboral, Stress, Discriminación y otros abusos similares en el trabajo y las empresas. El primer paso es la evaluación de estos RPS en lo que PERSIST utiliza diferentes instrumentos elaborados por psicólogos industriales/organizacionales, es decir, profesionales especializados en esta temática y con amplia experiencia en la prevención y control de estos riesgos.

Instrumentos psicológicos para la Evaluación del Mobbing




Esta es una parte del Cuestionario que permite identificar la presencia de Riesgos en el Trabajo. Se recomienda su empleo para evitar ideas preconcebidas al respecto.



Esta es una parte del ISTAS - Un inventario que apunta a detallar los RPS en la organización. Es preferible emplear directamente la version española, pues otras versionas desarrolladas por profesionales no-psicólogos industriales, carecen de fidelidad suficiente.





Finalmente, una versión abreviada del conocido instrumento de Leymann. Este psicólogo identificó y dio nombre a este fenómeno psicosocial en la empresa.

Estos son los instrumentos que PERSIST aplica habitualmente en los programas de prevencion del Mobbing que realiza en diferentes empresas e instituciones.

Resultados de la evaluación

En la Tabla siguiente se observa la relación que puede establecerse entre las Factores de Riesgo y el Hostigamiento real en el trabajo.



En el siguiente ejemplo se ilustra la debilidad de Factores de Riesgo Psicosocial encontrados en este ejemplo, en una organización,



El nivel de presencia de los Riesgos Psicosociales, (Acoso, Acoso Sexual, discriminacion, stress) se ilustra en la grafica siguiente:





Finalmente, se observa cuales son las estrategias de Acoso Laboral (mobbing)
más comunmente empleadas en Ministerios, organizaciones privadas y públicas u otras instituciones (datos del año 2009) sobre una amplia muestra obtenida en investigaciones universitarias y de PERSIST LTDA.)




Prevención del Acoso en el Trabajo.

Los objetivos de los Programas de PERSIST LTDA. (www.persist.cl) pueden resumirse en los siguientes:

Identificar los Riesgos Psicosociales en el Trabajo actual para evaluar la posible presencia de conductas de hostigamiento, acoso psicológico o sexual, discriminación o abuso, que afecten la dignidad y la productividad de uno o más empleados.

Reemplazar estos comportamientos por conductas que promuevan el respeto, la tolerancia y la cooperación, mediante un Programa de fácil implantación, que facilite las buenas prácticas interpersonales, la iniciativa, innovación, la motivación y la calidad del trabajo.

Para conversar sobre estos Programas de Prevención del Acoso en el trabajo, llamenos al 56-2-3332074 o escribanos a capacitacion@persist.cl

jueves, 15 de julio de 2010

Descripcion General del Acoso Laboral y Sexual en el Trabajo

El acoso laboral: Una aproximación desde la Psicología Social

Dr. Andrés Rodríguez Fernández
Psicólogo
Universidad de Granada.
Colaborador Asociado a PERSIST LTDA.



¿Qué es el acoso grupal o psicológico?

El acoso grupal, acoso moral o acoso psicológico en el trabajo es un proceso psicosocial complejo y, como tal, constituido por múltiples niveles y aristas que difícilmente pueden reducirse a una relación diádica acosador-acosado, ni tan siquiera a una relación de grupo. Por otra parte, considero que para comprender el fenómeno del acoso psicológico hemos de analizarlo desde los cuatro componentes que lo constituyen: contexto social, contexto de la organización, grupo e individuo. Estos cuatro componentes son partes inseparables de una misma lógica y, por tanto, fundados en una misma racionalidad. Por ello, desde esos cuatro componentes habremos de abordar su definición, porque es desde ellos desde donde se crea, estimula, ampara y legitima el acoso psicológico en sus interacciones permanentes.

Sistema social y acoso psicológico

Hemos de comenzar diciendo que el acoso grupal en el trabajo es un síntoma más de un sistema social enfermo, como la siniestralidad laboral o, en términos sociales en general, el maltrato infantil, el maltrato de mayores o el maltrato de pareja.

En tal sentido, la responsabilidad ética y moral de que se produzcan estas situaciones de acoso es, en primer lugar, de la sociedad que no ha sabido desde las múltiples instancias socializadoras (familia, sistema educativo, sistema laboral) instalar a los individuos en la lógica del respeto al otro, de la cooperación, de la solidaridad, de la ayuda mutua; antes al contrario, los valores en los que se sustenta nuestra sociedad son en la competitividad, el dinero el prestigio, el poder, el reconocimiento fácil; es decir, en valores instrumentales que sólo son válidos si nos sirven de plataformas fugaces para lograr nuestros fines a costa de los otros.

El fin justifica los medios. Por tanto, si para seguir una carrera ascendente debo utilizar al amigo, incluso hasta perderlo, lo abandonaré. Si para obtener un efímero éxito personal he de perder parte de mi dignidad personal, la pierdo. Si para seguir medrando y aspirando a una promoción anunciada he de hurtar información, engañar o mentir a un compañero o compañera, lo haré sin que ello me cause el más mínimo rubor. Incluso, si para ello he de coaligarme con la persona o personas que ejercen el poder de un modo injusto e inmoral, me uno a ellos y me transformo en otro elemento más de presión al servicio de quien ejerce el poder y, por tanto, puede auparme a la silla del éxito. Todo se justifica por el fin.

Un sistema social en el que se acepta que se pueda ridiculizar en público a una persona, que se puedan hacer sarcasmos gratuitos de ella, vejaciones, persecuciones..., es, sin duda, un sistema enfermo, y si donde se llevan a cabo este tipo de acciones es en el trabajo, entonces el sistema de trabajo, las organizaciones, están enfermas, pues no hemos de olvidar que es el contexto el que crea y le da el significado y la legitimación al acoso.

Por otra parte, la lógica en la que nos instalamos los grupos y las personas no nos deja salir de esta tela de araña, porque nuestra propia identidad como personas y como profesionales se va desarrollando desde esa racionalidad y desde esa lógica, que es la lógica de la exclusión, de la competitividad y de la insolidaridad. Y ello mantiene, fortalece y reproduce la enfermedad del sistema y, por consiguiente, facilita la aparición de fenómenos tan perversos e insidiosos como el acoso psicológico.

Así pues, el acoso grupal hemos de considerarlo, analizarlo y comprenderlo en la modalidad de las interacciones humanas instaladas en un sistema social reforzador y legitimador de ese tipo de relación. Por tanto, aunque los efectos los observemos en las personas (acosador-victima-grupo), difícilmente podríamos llevar a cabo una prevención eficaz si reducimos nuestro análisis a meras relaciones de conflicto entre acosador- acosado, puesto que sus efectos y su visibilidad van a ser tan variadas y heterogéneas como sean las personas afectadas y las circunstancias del contexto en el que se desarrollen esas acciones.

Sistema empresarial y acoso psicológico

Por otra parte, el malestar que está generando en el ser humano la filosofía y la cultura del trabajo (competitividad, ansiedad, estrés, obsesión, angustia) y que tanto afecta a la salud de las personas es algo que las organizaciones han de eliminar, porque se darán cuenta de que de seguir por esos derroteros la cultura del logro, la cultura de la conquista, la cultura de la excelencia a la que aspiran se transformará en la cultura de la angustia y de la ansiedad. Y estas adherencias negativas emanan de las organizaciones y han de ser éstas las que habrán de hacer un esfuerzo por reducirlas e intentar eliminarlas.

Por tanto, la existencia del acoso psicológico en el trabajo implica que el propio sistema laboral y social en el que se inserta es el generador, estimulador y legitimador de tales situaciones, pues para que se dé el acoso psicológico es necesario que se prolongue en el tiempo de forma reiterada y sistemática.
Lógicamente, un proceso reiterado, sistemático y prolongado en el tiempo es visible y si no se ataja es porque no hay voluntad de hacerlo, sino, por el contrario, lo que se pretende es legitimarlo, bien de un modo activo o pasivo, por parte de la línea jerárquica de la organización, lo cual nos lleva a plantearnos el papel que juega ésta como escenario permisivo donde se gesta y desarrolla este fenómeno.

El acoso psicológico en el trabajo se genera, asimismo, y muy especialmente, por un mal ejercicio y uso del poder, que hemos de entenderlo como el potencial de influencia que las personas ejercen o pueden ejercer en la organización, sea cual sea su posición, aunque, como es lógico, debemos esperar que el poder se incremente en la medida que se ascienda de nivel, pero no necesariamente.

Las personas con poder en las organizaciones desarrollan actividades discrecionales, lo que a veces puede dar lugar a que se creen situaciones altamente ambiguas o, incluso, arbitrarias con la finalidad de adquirir, desarrollar e incrementar su poder. Asimismo, la conducta política en las organizaciones se orienta hacia la protección o promoción de los intereses propios de los actores, por lo que cuando hablamos de poder en las este contexto estamos hablando del ejercicio del control y éste es tan importante que hemos de considerarlo como el problema esencial de la organización y de la dirección, porque dependiendo cómo se ejerza se van a potenciar unos tipos de comportamientos u otros.

Una vez que hemos esbozado algunas de las características que constituyen el sistema social (socialización general) y el contexto de la organización (socialización específica), contextos en los que, con los que y desde los que se construye el acoso moral en el trabajo, creo que estaremos en mejor disposición de comprender el acoso psicológico como un proceso psicosocial complejo y no sólo como un mero síntoma.

Individuo, grupo y acoso psicológico

Intentemos presentar ahora una nueva aproximación al fenómeno que tratamos de analizar del modo que habitualmente lo visualizamos: Es todo comportamiento abusivo por parte de uno o de varios individuos dirigido a una persona de forma reiterada, sistemática y prolongada en el tiempo con la finalidad de dañar su imagen e identidad personal y/o profesional y conducirle a su autoexclusión.

Se trata, insistimos, de ir minando la identidad personal y profesional del individuo a lo largo de un proceso largo en el que se cuestiona su competencia, su rol, su estatus, hasta llevarle a un deterioro progresivo de su autoestima y a que acabe desintegrándose y autoexcluyéndose del grupo, sintiéndose como un fracasado, dejándole en una situación de indefensión y dándole una difícil salida, el abandono voluntario de la empresa o su plegamiento a las pautas marcadas por el acosador y el grupo.

Este proceso es muy duro y difícil de afrontar por el individuo objeto de acoso, ya que esos abusos, aunque reiterados, sistemáticos y prolongados en el tiempo se cometen de forma solapada, insidiosa, invisible, a partir de comportamientos ambiguos, no verbales, en ausencia de testigos o con la complicidad pasiva de éstos que, poco a poco, se van acumulando y produciendo el fin deseado. Estas actuaciones hostiles pueden ser directas o sutiles y, en ambos casos, consideradas de forma aislada, no suponen una agresión desde el punto de vista de un observador externo, pero si se dan a modo de martilleo constante, entonces produce las consecuencias negativas a las que ya hemos aludido. Sin duda, es una de las experiencias más ignominiosas que puede sufrir una persona en situaciones sociales normales.

En efecto, una de las más llamativas características del síndrome, en todas sus formas, es la dificultad de la víctima para entender lo que está pasando y organizar conceptualmente su propia defensa. Este factor cognitivo es uno de los mayores obstáculos para la identificación, tratamiento y prevención de este problema. De hecho, la mayoría de estudios sobre acoso grupal o psicológico lo obvian completamente, y ponen todo el énfasis en el propio sujeto más que en la corrección de los condicionantes patógenos del entorno.

Desde el punto de vista psicosocial, dos elementos más son necesarios para completar las circunstancias en las que se desarrolla el síndrome. En primer término, la presencia de una persona que asuma el papel de perseguidor o acosador, investida de la suficiente autoridad o carisma como para movilizar las dinámicas grupales de acoso. El segundo aspecto se relaciona con la colaboración y permisividad del resto del personal de la organización. La persecución psicológica se desarrolla en medio de un sorprendente silencio e inhibición de los observadores que, aunque conscientes del abuso e injusticia de la situación, se abstienen de intervenir, sea por complicidad implícita con el plan de eliminación del acosado, sea para evitar convertirse ellos mismos en objeto de represalia.

Por tanto hemos de distinguirlo de dos situaciones próximas: el rechazo social, en el que el individuo puede ser excluido por sus iguales de contactos e interacciones, pero no perseguido, y la desatención social, en la que el individuo es, simplemente, ignorado.

Por lo general, el acoso se dirige contra una persona con la intención de destruirle a través de un proceso en el que se utilizan procedimientos perversos para desestructurarla sin causa justificable y clara, lo cual produce en esa persona un gran desasosiego. Es lógico pensar que este tipo de comportamientos sólo puede darse en un sistema, rígido e intolerante, arbitrario y perverso en el que el ejercicio del poder se utiliza del modo que le permite dicho sistema, aunque aparentemente se manifieste en términos legales, democráticos y preocupado por el bienestar de las personas.

Normalmente, la mayor proporción de casos conocidos de acoso se da en un sentido vertical descendente; también suele ser frecuente en sentido horizontal, entre compañeros, debido al creciente grado de competitividad existente en las empresas y mixto, entre superiores y compañeros, por las complejas relaciones de poder presentes en el contexto laboral. Así mismo, el acoso en dirección ascendente, si bien es menos habitual, también hemos de considerarlo. En todos los casos, con independencia de quién sea el acosador o el acosado, para que el proceso de acoso se desarrolle ha de haber una complicidad activa o pasiva por parte del grupo en el que se haya gestado y por parte de la organización en su conjunto.

El modo de generarse el fenómeno del acoso puede ser muy variado y responder a causas de muy diverso tipo, si bien todas ellas responden a unos denominadores comunes: no respetar al otro como persona, con los mismos derechos, y considerar que podemos someterla e instrumentalizarla en nuestro propio beneficio.

Las consecuencias del acoso psicológico en el trabajo afectan, en primer lugar, al acosado o a la víctima, porque es quien sufre más directamente ese calvario de
humillaciones y ataques a su dignidad de forma sistemática y reiterativa,
lo cual le lleva a cuestionarse su propia estima personal y profesional, así como a estados psicosomáticos graves que, de forma progresiva, pueden conducirle a estados crónicos depresivos e, incluso, al suicidio. Pero, en segundo lugar, también afecta al entorno familiar, que se verá profundamente alterado al no comprender nada de lo que ocurre pero sí constatar la progresiva transformación de ese miembro de la familia a quien difícilmente se le puede ayudar porque ni él mismo sabe comunicar de forma clara lo que le está sucediendo.

Para saber más, contratar una actividad de formacion o preparar un programa de prevencion del acoso sexual ó laboral en su empresa o institución, escriba a: capacitacion@persist.cl

Prevención del acoso psicológico en el trabajo

ACOSO PSICOLOGICO EN EL TRABAJO: Descripción.

Este fenómeno, caracterizado como una patología emergente en el mundo del trabajo, se ha denominado de diferentes formas: acoso laboral; acoso moral; en inglés mobbing; o Bossing, y forma parte del conjunto de riesgos psicosociales en el trabajo que pueden derivar en violencia en el trabajo.

El riesgo psicosocial (RPS) es un riesgo emergente, propio de la revolución tecnológica y telemática. De forma similar, se sugiere que los riesgos de seguridad e higiene surgieron con la revolución industrial.

Estos riesgos estaban sumergidos entre las condiciones inseguras, las substancias y ambientes tóxicos y los esfuerzos físicos y posturas forzadas (hasta finales del s. XX)

El riesgo psicosocial emerge, además como efecto del desarrollo del factor terciario de la economía, esto es los servicios, de las nuevas tecnologías de la comunicación, y de las formas mercantilistas de organización del trabajo que suelen llevar el mercantilismo a las relaciones interpersonales en el trabajo. Produce severo daño a la salud psicológica de los trabajadores, al clima laboral y a la productividad de las organizaciones.

PERSIST LTDA. imparte, en forma discreta, cursos para prevenir las diferentes formas de violencia en el trabajo, en empresas e instituciones del sector privado y del sector público, especialmente;

Violencia psicológica o acoso laboral en el trabajo.
Acoso Sexual en el trabajo.
Discriminación en el Trabajo.
Control de presiones indebidas que generen stress
Control del abuso de autoridad por personalidades narcisistas y/o paranoides.
Otros programas de prevención y mejora del Clima Laboral.


Según la OIT el Acoso Laboral ES UN PROBLEMA MUNDIAL, del cual ningún trabajador, con independencia de su sexo, profesión, o estatus puede sentirse libre, si no hay una política de Prevención de los Riesgos Psicosociales en la Organización. Además de los programas ofrecidos por PERSIST LTDA. es conveniente difundir y conversar sobre estos procesos.

Visite www.persist.cl o escribanos a capacitacion@persist.cl

Burnout en el trabajo




Burnout, Ansiedad y Estrategias de Afrontamiento en Médicos con Pacientes Terminales y No Terminales.

Tomado de: Rosanne Seminotti, Bernardo Moreno-Jiménez, Eva Garrosa Hernández, Raquel Rodríguez-Carvajal, Mª Eugenia Morante Benadero y Mª Montserrat Losada Novoa.
bernardo.moreno@uam.es;eva.garrosa@uam.es


Actualmente no existen muchas investigaciones centradas en el estudio del desgaste profesional o burnout como proceso junto con la consideración de variables tanto situacionales como de personalidad. Este trabajo se planteó con dos objetivos centrales: evaluar aquellas características situacionales e individuales que producen un efecto significativo en el proceso de burnout y clarificar las relaciones teóricas y empíricas entre burnout, ansiedad y estrategias de afrontamiento.

A partir de una muestra de 130 profesionales de la medicina de ocho hospitales públicos de Madrid (Grupo Médico: 32 médicos tratando a niños no terminales, 31 niños terminales, 36 adultos no terminales y 31 adultos terminales), se les administró el Cuestionario de Burnout de Maslach (MBI, Maslach & Jaclson, 1986), el Cuestionario de Ansiedad-Estado de Spielberger (STAI-E, Spielberger et al., 1970), el Cuestionario de Estrategias de Afrontamiento de Lazarus (CFS, Lazarus & Folkman, 1984) y el Cuestionario de Afrontamiento Médico Situacional de Moreno-Jiménez (AMS, Moreno-Jiménez & Seminotti, 1998). Las variables independientes consideradas fueron género, estado civil, grupo médico, experiencia clínica, edad y especialidad.

Los resultados muestran una consistente relación entre las variables dependientes y género, grupo médico y edad mediante análisis MANOVA y post-hoc. Estos datos resultaron ser muy interesantes para la consideración final de un modelo teórico-situacional del proceso de burnout o del desgaste profesional.

El término burnout o desgaste profesional fue acuñado por Freudenberger en los años setenta utilizándolo para referirse a un estado de cansancio físico y emocional, como resultado de las condiciones de trabajo (Freudenberger, 1974). En la siguiente década diversos autores elaboraron otras definiciones del síndrome, siendo la más consolidada la realizada por Maslach y Jackson en 1981. El síndrome era conceptualizado como efecto de la interacción con los usuarios de servicios, principalmente asistenciales, caracterizado por el cansancio emocional, la despersonalización y la reducida realización personal (Maslach et al., 1981). Dentro del campo de las profesiones asistenciales y más concretamente en los profesionales de la medicina, la presencia de burnout se caracteriza por la fatiga, el desgaste emocional, la incapacidad de concentración, la ansiedad, el insomnio, la irritabilidad, el incremento del consumo de alcohol o las drogas y la depresión (Gundersen, 2001). Asimismo, se ha propuesto que las fuentes de estrés y del desgaste profesional o burnout dentro de las profesiones asistenciales pueden englobarse en dos grandes categorías: la relación y el contacto directo con los pacientes, y los factores administrativos y organizacionales (Graham, 1987; Moreno-Jiménez, Garrosa y Gónzalez, 2000; Moreno-Jiménez, González y Garrosa, 2001). En su mayor parte, el burnout en médicos no se diferencia del que está presente en otras profesiones, pero las reacciones de los médicos son únicas en algunos aspectos, principalmente porque puede tener consecuencias devastadoras para los pacientes. El burnout en esta profesión se encuentra asociado con la disminución de la calidad del trabajo (Parker & Kulik, 1995), la reducción del compromiso laboral (Leiter, Harvie, & Frizzel, 1998), problemas de salud relacionados con el estrés (Maslach, Schaufeli, & Leiter, 2001) y una menor satisfacción con la carrera profesional (Lemkau, Rafferty, & Gordon, 1994; Deckard, Meterko, & Field, 1994; Schmoldt, Freeborn, & Klevit, 1994; Goldberg et al., 1996). Bajos niveles de satisfacción laboral pueden afectar no sólo a la relación médico-paciente (Linzer et al., 2001) sino también comprometer la calidad del cuidado, la atención o tratamiento médico (Freeborn, 2001)e incluso la realización de prescripciones médicas inapropiadas (Melville, 1980). El burnout aparece comúnmente entre los profesionales de la medicina variando en rangos que van desde el 25% al 60% (Lemkau et al., 1994; Ramirez et al., 1995; Fields et al., 1995; Grassi & Magnani, 2000; Gallery et al., 2002; Shanafelt, Bradley, Wipf, & Back, 2002). Desde los primeros datos pioneros obtenidos en prevalencia por Keller y Koenig (1989), muchos autores se han centrado en el estudio de las variables implicadas en el proceso de desgaste profesional.

Así, el mismo Keller, ya en 1989, observó cómo los médicos que presentaban altos niveles de satisfacción laboral y realización personal y bajos niveles de burnout utilizaban de manera equilibrada estrategias de afrontamiento tanto a corto como a largo plazo (Keller et al., 1989). Las últimas investigaciones muestran que uno de los mejores predictores del burnout en esta profesión, y por tanto de la satisfacción profesional y el compromiso organizacional, es el control percibido (el sentido de control) sobre el ambiente de trabajo. Otros predictores significativos son las demandas laborales percibidas, el apoyo social de los compañeros, y estar satisfecho con los recursos que se poseen (Freeborn, 2001; Gundersen, 2001).

En cuanto a los niveles de apoyo social, así como las estrategias de afrontamiento orientadas a la búsqueda de apoyo social, están negativamente asociadas con el burnout y positivamente con la satisfacción y la productividad laboral. Pero se ha observado cómo el apoyo social y familiar está más fuertemente asociado con el burnout que con la satisfacción o la productividad, mientras que el apoyo del supervisor inmediatamente superior está relacionado con la satisfacción y la productividad laboral y no con el burnout en médicos (Baruch-Feldman, Brondolo, Ben-Dayan, & Schwartz, 2002). En cuanto a las variables individuales moduladoras y/o facilitadoras del proceso de desgaste profesional en médicos se han estudiado variables de género, edad, estado civil, hijos y antigüedad en el puesto entre otras (Pines & Maslach, 1978; Shubin, 1978; Maslach, 1982; Cherniss, 1982; McDermott, 1984; Maslach & Jackson, 1985; Freudenberger & Nort, 1985; Henry, Chertok, Keys, & Jegerski, 1991; McMurray et al., 2000; Moreno-Jiménez, Garrosa y González, 2001; Freeborn, 2001; Ulwelling & Christensen, 2001; Prieto Albino et al., 2001). Muchos de los resultados de estas investigaciones resultan contradictorios, aunque parece ser que existen algunos factores que cuentan con una mayor consistencia en su relación con el burnout. Éste es el caso de la variable edad, relacionada inversamente con el burnout y que ha resultado ser clave a la hora de estudiar el proceso (Freeborn, 2001).

Con todos estos antecedentes y ante la necesidad de aumentar el conocimiento del proceso de un síndrome, cuya alta incidencia en la profesión médica está más que probada, se plantea un objetivo de estudio que pretende esclarecer no sólo los factores que modulan el burnout en los profesionales de la medicina, sino también aquellas variables que puedan estar relacionadas con el proceso de desgaste.

Stress en la Administración Pública

Estresores laborales y su relación con la satisfacción (Labor estresors and their relationship with the satisfaction)



En el presente trabajo analizamos en qué modo los distintos estresores laborales, señalados por el OSI de Cooper, Sloan y Williams (1988) influyen en la satisfacción laboral de los trabajadores de la Administración Publica de Murcia. Para ello utilizamos una muestra de 273 trabajadores (169 hombres y 104 mujeres) de la administración pública, a la cual aplicamos el ya indicado OSI (Cooper, Sloan y Williams, 1988) y utilizamos las 7 subescalas de fuentes de estrés y la escala de satisfacción laboral. Analizando los resultados obtenidos a través de este cuestionario, podemos adelantar los siguientes resultados: en primer lugar, la correlación estadística entre las puntuaciones globales (fuentes de estrés y satisfacción), así como cada una de las distintas fuentes analizadas de estrés (diseño de la estructura organizacional, relaciones entre el hogar y el trabajo, desarrollo de la carrera profesional y las relaciones personales) con la satisfaccción laboral. En segundo lugar, estudiamos cómo los distintos estresores predicen el nivel de satisfacción laboral y encontramos que el estrés asociado al desarrollo de carrera, a la estructura organizacional se relacionan de forma negativa con la satisfacción laboral, y ésta de forma positiva con el estrés asociado al hogar y a las relaciones con personas.

Summary: This study has two aims: Presently work analyzes in what way the different labor estresors, pointed out by the OSI of Cooper, Sloan and Williams (1988) they influence in the labor satisfaction of the workers. For we use it a sample of 273 workers (169 men and 104 women) of the public administration, to which we already apply the suitable OSI (Cooper, Sloan and Williams, 1988) and we use the 7 subescalas of stress sources and the scale of labor satisfaction. Analyzing the results obtained through this questionnaire, we can advance the following results: in the first place, the statistical correlation among the global punctuations (stress sources and satisfaction), as well as each one of the different analyzed sources of stress(I design of the organizational structure, relate among the home and the work, development of the professional career and the personal relationships) with the labor satisfaccción. In second place, we study how the different estresors predicts the level of labor satisfaction and we find that the stress associated to the career development, to the organizational structure is related in a negative way with the labor satisfaction, and this in a positive way with the stress associated to the home and to the relationships with people.

La entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales hace de obligado cumplimiento el velar, en sentido amplio, por la salud o el bienestar de los trabajadores, evitando la presencia de situaciones que pudieran ocasionar problemas de salud.

Existe acuerdo en que cuando se logra el equilibrio entre las condiciones de trabajo y los factores humanos, dentro de una organización, el trabajo crea sentimientos de confianza en sí mismo, aumenta la motivación, la capacidad de trabajo y mejora la salud. Por el contrario cuando las necesidades no están satisfechas y las habilidades están sobre o infravaloradas, la persona reacciona con diferentes respuestas, tales como insatisfacción, irritación, tensión, disminución de la concentración en las tareas, etc., que tendrán consecuencias en la organización, como el aumento de accidentes, absentismo, deseo de cambio, rotación, etc. Por ello, se hace necesario, abordar los aspectos psicosociales del trabajo que pueden ocasionar la pérdida de la salud de los trabajadores y la interdependencia con los accidentes y enfermedades laborales (Cuenca, 1996).

Cuando evaluamos variables psicosociales en prevención de riesgos laborales es necesario considerar la satisfacción laboral, por dos motivos, en primer lugar por lo que ella misma significa y en segundo lugar por la relación con otras variables relevantes que pueden llevar a consecuencias importantes tanto para el trabajador como para la organización.

A lo largo de los diferentes estudios que se han llevado a cabo sobre satisfacción, se puede encontrar las distintas facetas de ésta (Vroom, 1964; Cook, Hapworth, Wall, Warr, 1981; Peiró, 1990, López-Mena 2008).

Las teorías del procesamiento de la información social consideran las características laborales como realidades socialmente construidas, por lo que consideran la necesidad de tener en cuenta el contexto social de trabajo en el que está inmersa la persona así como las consecuencias previas. La información social afecta a las actitudes y necesidades de forma directa e indirecta por medio de varios procesos, uno de ellos consiste en las creencias que mantienen los compañeros de trabajo sobre el trabajo o las tareas; otro se relaciona con los procesos de percepción y atención de la persona, mediante los que consideramos aspectos del ambiente como más o menos relevantes; el tercero supone la interpretación de las claves o indicadores ambientales y el cuarto proceso refleja la influencia de los demás sobre cómo interpreta la persona sus necesidades.

Respecto a la teoría de los eventos situacionales Quartein y col (1992) mantienen que la satisfacción laboral es el resultado de las respuestas emocionales ante la situación en la que se encuentra la persona en su organización y que está determinada por las características situacionales (retribución, oportunidades de promoción, condiciones de trabajo, política de la organización, supervisión) y los eventos situacionales (no son preevaluadas, pues ocurren una vez que el trabajador ocupa el puesto, son inesperadas y pueden ser eventos positivos o negativos)

En cuanto a las condiciones de trabajo, las características y el diseño del puesto, la satisfacción aparece como un componente importante (Hackman, Oldham, 1975, 1980; Salancik, Pfeffer, 1978; White, Mitchell, 1979.

El objetivo del presente trabajo es analizar en qué modo los distintos estresores laborales influyen en la satisfacción laboral de los trabajores.

Método
Muestra

La muestra utilizada ha sido de 274 trabajadores de la Administración Pública de la Región de Murcia, con edades comprendidas entre 26 y 65 años, siendo su media de edad de 38 años. Respecto al género 164 hombres y 110 mujeres, El estado civil de estas personas predominan los casados en un 78%, en la formación de estos trabajadores predomina el grupo de licenciados (55%), siguiendo los de estudios medios, BUP, COU y FP con un 37% y un 8% los que tienen estudios de graduado escolar. Respecto a la antigüedad en la Administración Pública, 134 personas llevan menos de 10 años en la misma, 107 entre 10 y 20 años y 33 superan la veintena. 194 sujetos son personal base y 80 tienen personal a su cargo.

Instrumentos utilizados:

Para la medida de satisfacción se utilizó la escala denominada “Como se siente respecto a su trabajo” del cuestionario Occupational Stress Indicator de Cooper (1988). Cuestionario diseñado para la medida de siete factores psicosociales (fuentes de estrés, satisfacción laboral, percepción de la enfermedad física y mental, afrontamiento, comportamiento, percepción de los eventos)

Para la medida del estrés laboral se utilizó la escala denominada Fuentes de Presión en su trabajo. Existen sesenta y una pregunta divididas en subescalas que son compatibles con las seis fuentes de estrés que se identifican en el modelo. Éstas son:

(i) Factores intrínsecos al trabajo: Estas fuentes de tensión parten desde la propia naturaleza del trabajo. En el caso de un directivo, influiría la cantidad de tareas que abarque, horas y variedad de ellas.
(ii) El papel directivo: Esta subescala mide cómo los individuos perciben las expectativas que otros tienen de ellos. La preocupación por estas expectatiavas hace que el comportamiento de estos individuos sea distinto al habitual y más parecido al esperado.
(iii) Relaciones con otras personas: Por ejemplo, la propia naturaleza de un cargo directivo exige un alto grado de contacto con otras personas, dentro y fuera de la organización, sin olvidar las relaciones con los superiores.
(iv) Carrera y logro: Debido a los procesos de selección, se podría pensar que los sujetos son conscientes de su posición dentro del organigrama y de su posición jerárquica. En la mayoría de las organizaciones los empleados ascienden por medio del desarrollo de su carrera profesional, lo que hace que contribuyan al éxito de la compañía. El desarrollo profesional y el éxito dentro de las organización es una de las mayores fuentes de satisfacción laboral, o, en el caso de no aparecer este desarrollo, la satisfacción se convierte en tensión laboral.
(v) Estructura organizacional y clima: Los mandos se encuentran en una postura interesante, trabajan dentro de la estructura de la organización y forman parte de ella. La propia estructura y la relación que propicie ésta hará que el clima de esa organización se configure de una manera u otra.
(vi) Relación entre el trabajo y el hogar: Uno de los rasgos que hacen diferente el trabajo directivo del resto de trabajos, es la relación entre el hogar y el trabajo. Es una relación bidireccional, en ocasiones se antepone el trabajo al hogar y a otras veces es el hogar el que se antepone al trabajo.

Análisis estadísticos

Los análisis se han realizado con el paquete estadístico SPSS (10.0). En concreto, se han llevado a cabo análisis descriptivos (media y desviación típica) y pruebas de consistencia interna (Alpha de Cronbach)para las escalas de fuentes de estrés laboral y satisfacción. Finalmente, se han realizado análisis de regresión múltiple (jerárquica y por pasos sucesivos) para cada variable dependiente.

Extractado de: Mariano Meseguer de Pedro y María Isabel Soler Sánchez.Departamento de Psiquiatría y Psicología Social de la Universidad de Murcia
marianom@um.es